Las curanderas del Sigsig y la medicina ancestral en el Bosque Aguarongo
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En el marco del proyecto «plantas medicinales del Bosque Protector Aguarongo» de la carrera de Ingeniería Ambiental, la docente Noemi Bottasso, investigadora del Grupo de Investigación en Educación e Interculturalidad de la UPS, lleva adelante un intenso trabajo de investigación con las curanderas del cantón Sigsig, colindante con el BPA. La UPS pretende investigar las plantas medicinales endémicas y los proceso de elaboración de los preparados medicinales con el fin de revalorar las prácticas de la medicina ancestral y rescatar la sabiduría de las curanderas, ya fuertemente en riesgo de extinción.
Con el grupo de curanderas del Sigsig, en particular la UPS pretende llevar a cabo una colaboración de un año que abarca tanto el trabajo de campo, para la identificación y recolección de plantas medicinales, como el trabajo grupal, fundamental para lograr fortaleza, empoderamiento y éxitos colectivos.
Los días 8-9-10 de marzo, con la ocasión de celebrar el Día mundial de la Mujer, se llevarán a cabo, en colaboración con el Ministerio de Salud Pública, unas jornadas enfocadas a la medicina ancestral, desde la perspectiva de la interculturalidad y del género, con el objetivo de difundir el trabajo que se está haciendo e identificar necesidades desde las mismas comunidades.
Compartimos con la comunidad y nuestro público una parte del relato de la investigadora Noemi Bottasso sobre su experiencia:
«En la madrugada del domingo 31 de enero de 2016, acompañada por Mama Delfa (responsable de interculturalidad del Ministerio de Salud Pública) y Jazmín Cazón (fotografía y video) salimos desde la UPS en dirección al Sigsig a la comunidad de Jima. Ahí nos esperaban José Zhunio (asesor de la Municipalidad del Sigsig), Linder (biólogo experto en manejo y conservación de suelos). Con ellos emprendimos el camino hacia la casa de Mama Leonor, reconocida curandera de la comunidad. 70 años, con una fuerza y energía como nadie.
Con Mama Leonor como guía nos fuimos arriba, al páramo, a recoger plantas endémicas. La mañana estaba fría pero caminando entramos rápidamente en calor. El color de la vegetación y de las orquídeas deslumbraba sobre el fondo blanco/gris del cielo. Después del ritual, paso imprescindible para pedir permiso a la Pacha Mama de recoger las plantas, Mama Leonor nos explica que ahí se encuentran los dos últimos arboles de Toronjil del Cerro, la Mama y el Taita Toronjil, plantas en fuerte riesgo de extinción. Ella las usa para curar sus enfermos, con las infusiones les devuelve la tranquilidad y la paz para poder enfrentar la enfermedad.
Mama Leonor nos explica, con ternura y sabiduría, la importancia de la biodiversidad, del respeto para la naturaleza, que nos alimenta, nos sana, nos cura y nos provee de todo lo que necesitamos.
¡Aprendamos de ella!»