La carreras de Antropología Aplicada, Psicología, y el Grupo de Investigación en Estudios de la Cultura de la Sede Quito realizó el evento «Metodologías Alternativas de Danza Fusión» con el objetivo de ofrecer un espacio de diálogo y reflexión academica sobre la danza, un ámbito vasto, pero poco explorado, más allá de la visión folclórica. Esto significa mirar a los procesos dancísticos como recurso de investigación, y el arte en general como actividad indispensable para el aprendizaje, reflejando la psicología, las creencias, la relación con lo corporal e incluso los conflictos de cada cultura.
Entre las actividades realizadas estuvieron una mesa redonda con el tema la «La danza como recurso de investigación» y el taller «Fundamentos del método Danza Oriental Terapéutica (DOT)», además de la intervención de expertos tales como: Patricia Passo de la Universidad Rey Juan Carlos de España; Lorena Campo, docente investigadora de la UPS; Silvia Tamayo, profesora del taller de danza árabe de la Casa de la Cultura Ecuatoriana; Ana María Palys de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador; Tatiana Bichara del Instituto de Altos Estudios Nacionales.
La directora de la carrera de Psicología, Paz Guarderas, explicó la importancia de retomar la corporeidad desde la academia para visibilizar su incidencia en la vida del ser humano. Consideró que este tema ha sido puesto en el centro del debate por las feministas ecuatorianas desde finales de los años 80′. «Desde las epistemologías feministas se generan nuevas luces sobre los estudios del cuerpo», explicó refiriéndose a lo semiótico material para mirar todo aquello que se escapa a los condicionamientos.
Ana María Palys se refirió al ámbito de la ‘Educación corporal y la construcción de valores éticos, estéticos y culturales en los individuos’, desplegado como una forma de evidenciar los valores culturales instalados en el cuerpo y la conducta de los individuos a través de la educación corporal. Aclaró que las técnicas estructuradas están dirigidas a cuerpos para que sean instrumentos al servicio de la coreografía, a esto se suman otros principios y objetivos para que el bailarín y su cuerpo en movimiento, explore y conozca sus posibilidades expresivas. «Las Técnicas Somáticas, como no codificadas que permiten un abordaje corporal que potencia la conciencia a través del conocimiento de la propia realidad corporal», finalizó.
Por otra parte, Lorena Campo presentó una explicación de su texto «Bitácoras corporales, las memorias en movimiento», en donde trabaja el cuerpo en la búsqueda y construcción de una cartografía de memorias y sensaciones vinculadas a experiencias determinadas y aplicadas en sesiones de psicoterapia y clases de expresión corporal. Destacó la investigación con el método co-laborativo emprendida con mujeres diagnosticadas con trastorno bipolar, quienes construyeron autorrelatos desde sus cuerpos en movimiento, partiendo del principio de la memoria afectiva.
Patricia Passo, en cambio desde su experiencia en la academia y en la cotidianidad con la danza, explicó la importancia de no olvidar que el cuerpo y la vida son integrales. Recalcó que al ejercer una actividad dancística lo que conmueve es «lo que hay por detrás del paso, para que eso nos transforme o movilice». Silvia Tamayo compartió el contenido de su libro «La bella danza» en el que expone sus experiencias como profesora de danza árabe, en los talleres del Área Nela Martínez de la CCE. Tatiana Bichara: habló del trayecto teórico-metodológico elegido para su investigación de doctorado sobre el Taller de Danza y Expresión Corporal, existente en la ciudad de Sao Paulo desde agosto de 2001.
La segunda parte de la jornada académica consistió en el taller realizado con la guia de Patricia Passo. El público estuvo conformado por estudiantes, docentes de la UPS, y bailarinas profesionales en el campo de la danza, quienes de manera experimental se reunieron en un espacio de reencuentro con sus cuerpos en movimiento.
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